Estación Quilmes: 22 ago 2010

  Delia Pasini

22 de agosto de 2010




Septiembre


Nada es para siempre, dice, mirando las
grietas de la casa. Porque ella la había
pensado indestructible, como si sólo los
seres murieran con el tiempo.
La humedad cala las hechuras y esas manos,
ah, esas manos siempre taciturnas también
palpan los fragmentos desprendidos.

Comprende. Por desgracia sabe ver.
Algunos la pensarán suspicaz y otros malsana.
Si la grandeza se refleja en la mirada
los ojos verdes de la gata chispean de amor e
inteligencia. Brasa fría en la noche, arrebujada.

Trae el viento un aliento dulzón, incipiente y
tímido a flores preanunciadas. No la calma bochornosa
del verano sino el bramido de la tierra en eclosión.
Aunque los tiempos deterioran el clima y las costumbres
todavía es posible sembrar y retoñarse.

Esos árboles jóvenes, otros los verán elevarse
hacia la luz. Si quedaran las voces, si quedara
la música, si quedaran las telas encendidas,
resumirían en un haz el milagro del génesis.

Por siempre renovado, en tanto alguien enseñe
a un niño a descifrar su nombre y el camino



Delia Pasini
Nació en Buenos Aires. Publicó: “Un decir se repite entre mujeres” (Calidón, 1979); “Los peces de ceniza” (Sudamericana, 1984); “Adiós en el original” (Xul, 1985); “Títere sin cabeza” (Último Reino, 1991) y “De artes y oficios” (El Jabalí, 1997). Es traductora de literatura inglesa, su versión del Teatro completo de Oscar Wilde (Losada, 2002), mereció el premio Teatro del Mundo 2002-2003, otorgado por la UBA. En 2005 su libro De artes y oficios recibió Mención Especial del Jurado del Premio Nacional de Poesía correspondiente al período 1996-1998.


Fotografía tomada del sitio web: de Carlos Martian