Estación Quilmes: 12 oct 2012

  Julio Adames

12 de octubre de 2012






















Espanto fiel

I

Apocalipsis 17:8
Buscarás en la efímera tentación de las horas
En la soledad de la herida
En la expiación de a oscura bebida de los muertos
Aquí allá dando traspiés en el centro del delirio que nos mata
Dando voces en la casa vacía la tarde entre rejas
La mirada en el seno de la oscura lila ahí entre el alba y el alba
La noche gozando el cuerpo de la muerte y la caída de vértigo
En micras de años
Altas puertas detrás de mí en el paisaje apócrifo de la página en
blanco
Sin saber en qué lugar dónde esto en qué mirada de estupor
Tú misma limándonos con tu violín hablarás del error
Así será el espanto de la espera
Horrendas manos cabalgando entre los remolinos de la maldición
Y el insoportable insomnio del hedor a escritura
La belleza atascada en los labios del salvaje de hirsuta cabellera
Chocando contra la húmeda lividez del paisaje
Un león morado olfateándose las venas sin poder acceder a la vía
(La vida agitada en el recuerdo y el pensamiento pensado por la
estupefacción)
Mi altísima lengua lamiendo el insomnio de todos los poetas del
planeta
Tú debajo de cada velo diciendo lo peor ya pasó persignándose detrás
del cáliz
Ya pasó y me sangran las ideas
Mordiéndose los labios con insolente burla
La noche ha vuelto a derramarse sobre el capote de Dios en su Forma
Limbo
Tal como ha sido concebido por su Omnisciencia
El miedo escinde tu lengua Oh poeta
El grito desgarrado en tu garganta ha vuelto a suspender la
expectación
La rigurosa ley de lo efímero te arrastra por los desfiladeros del
Averno
Misma luz de los mártires tocamos su dolor
Misma turbación de lunas en el fango de los ocultamientos
Satán desnudo olfatea la escritura del presagio y el pasmo de los
tiempos
El adjetivo muerto entinta su piel de gusano crepuscular
En la ceniza de la Epoca
Así termina lamiéndose el sollozo
Así fluyen las bóvedas del corazón y un brote de olvidos
¡Perros y llantos!
El hipertexto escalda sus venas en la escritura y pone en juego
La apariencia del límite
El tulipán del patio gana en la ostentación de su silencio
Los dedos húmedos del brote entran a la luna ensangrentada del
llamamiento
Todo se lee en el envés del Todo
Lejos de allí el significado de la Epoca señala el punto de la ley
Donde se inclina la balanza
A favor del crimen
El narcotirador espía la gravedad de la orden detrás del muro
El vino de la oscuridad flamea en las copas de los bailes
Es la hora de bailar entre sombras
Es la hora de entrar con el cuerpo aceitoso por el túnel de la razón y
provocar
Los encuentros clandestinos entre el yo y la duda insomne del poeta
Allí en el pórtico detrás de los siete corazones del habla



II

(Post Versión Marginal 1)


He aquí el viento de la noche
He aquí la huella del que va recordando en futuro
Como aullidos de lobos los signos del presente manchan el porvenir
Corren sin dirección en su pequeña jaula de locura
Hasta que viene un sol negro y los mata
Su grito se repite cada noche en las aguas negras del delirio
La sangre entonces amaina la violencia de los velos y unta su muerte
blanca
Sobre los bordes de las colmenas del Ojo
A lo lejos el crepúsculo ahuyenta sus enjambres en la página en
blanco
Toda flor entra a soñar en la historia del fuego
Todo recuerdo huele una y otra vez ceniza del alma
¡Qué perfume tan alocado!
¿Cuántos vientos sellan esta liturgia?
¿Cuántos ciclos de luz tiene este lenguaje?
Ven acércate a mi lado
Escoge el punto de aflicción que te señala humedecida
En las profundidades del espejo
Grita la fiebre de Dios con lengua oculta en la noche de los
atormentados
Allí donde seres extraños roen las cosas que no vemos
Ven sacude el polvo de mis costados
Luego húndete en la pulpa viva del ave de la eternidad de los fuegos
Despierta y echa agua en mi talón
Y no digas nada
LA ACCION ES LA TEMPLANZA DEL OCIO



III


Es cierto
Dios está solo
Del ojo a la luz su mirada persiste en un significado sin cuerpo
Lengua de hidra en el hoyo del ser
La palabra por alimento
La jarra púrpura del vino tras el racimo perla de los sollozos
Un hondo comienzo de piel sumando argollas en el espacio
Un sorber de nada en ambas lenguas
Sus manos abarcan rivalidades
Sus pies soportan un sol de pétalos negros en los latidos del umbral
Esa lengua es oído y es pájaro
DIOS ESCRIBE DIOS ESTA SOLO




Julio Adames
(1963). Constanza, República Dominicana.
Publicaciones: Huéspedes de la noche (1991), El treno fatigado (1994), Espejo de la oruga (1996), Bajo un velo de llamas (1999), Parábolas para muñecas (2000)


Obra: Espanto  - Jean Dubuffet