Estación Quilmes: 08/01/2013 - 09/01/2013

  Marisa do Brito Barrote

28 de agosto de 2013













III


Diego Alberto


Diego Alberto que tiene
su nariz con pecas
no tiene más piernas
Y le cuelgan dos alambres de fierro
de los que
     ni mi papá
pudo volver.

Yo no fui, yo no fui
se rompió solito.

A Dieguitoalberto le saqué los brazos
Quería saber si me quería
si su corazón de plástico
tenía el nombre que yo le di
escrito
pero no se lo encontré.

Yo no fui, yo no fui
so li to rompió se.

Diegoberto
en un tiempo que fue mi hijito
mi be bebote
mi cu pupí lamur
Ahora duerme
en una bolsa de madera
descuartizado y feliz
como siempre

Yo no fui, yo no fui
te dompió tolito.

Ah!
Mi Diegolber tolindo
quera articulado
y me desalmó.




Marisa do Brito Barrote
Argentina – 1970



De: Madamas - Ed. Alción – 2006
Es editora, poeta y narradora. Entre 1999 y 2001 integró el grupo de poesía Abriendo la boca y participó del consejo editorial de la revista Boca de Sapo. Publicó cuentos y poemas en diversas antologías y revistas. El poemario “Madamas”, al que pertenecen los poemas publicados aquí, obtuvo la primera mención en los VI Premios Octubre.
Su blog: marisdobrito.blogspot.com.ar

Imagen: cineua.com

Foto: marisdobrito.blogspot.com.ar

  Paula Aramburu

24 de agosto de 2013













La caverna
“Vine a verificar el daño
  y a ver los tesoros que permanecen”
   Adrienne Rich


para ir hasta el fondo
de la tierra, tendré que conseguir un equipo
de ropa impermeable, cuerdas de nylon
resistentes, un casco con una lámpara
potente y redonda, y una escalera flotante
de acero inoxidable

deberé ser muy cuidadosa al momento
de apoyar mis manos en las paredes
de piedra resbaladiza y húmeda
y prestar atención a las estalactitas
filosas agujas que podrían desprenderse
con la furia de un rayo inesperado

pero una vez que la punta de mis pies
toque el fondo de la tierra, podré ver más allá
de la oscuridad que veo: el agua subterránea
cristalina, el agua desplazándose
bajo la forma de un río, una fuerte cascada
precipitándose clara y ruidosa por las rocas




Red rain

cada nota, cada silencio que separa
una nota de la otra, una y otra vez
la misma canción, la misma
lluvia rojiza salpicándome
por la espalda, una herida más
en el cuerpo, la marca incandescente sobre
el cuero desnudo de un ternero abandonado

esta vez, cuánto hilo
cuántas puntadas tendré que dar
para suturar la trama
la tela desgarrada?



Paula Aramburu
Argentina – 1966

De: Desplazamientos  - Ed. Ciudad Gótica – 2010

Nació en Rosario, es psicoanalista y especialista en psicología forense.
Recibió numerosos premios y menciones a nivel nacional y es invitada a participar de festivales y antologías poéticas de Rosario y Buenos Aires.
Entre sus libros aún inéditos: Voces lejanas (2005); “Fuera de foco” (2006); “larga distancia” (2007) y “El abandono” (2008)
Coordina su blog de poesía: www.lasvocesdesiertas.blogspot.com


Imagen: mexicoturismo1.blogspot.com

  Carlos Patiño

21 de agosto de 2013













Blanco sobre blanco

“me fui, como quien se desangra”
Ricardo Güiraldes


 Poder mirar una palmera en Colonia Cuauhtémoc
mientras ruedan los truenos anunciando la lluvia
es una de las diferencias entre la lucha por la libertad
y la lucha por tu supervivencia.
Poder dormir toda una noche
despreocupado de las sirenas policiales
y de los automóviles que se detienen ante tu puerta
es otra.

Y otra más es ésta que te permite
enlazar indómitas palabras
salvajemente hurañadas en la pradera del idioma
y arrastrarlas contra su voluntad
a que formen en las huestes de tus poemas
con resultado incierto y que a pocos importa:
pero poder hacerlo con todos los sentidos
sin atender los pasos ni los gritos de afuera
porque estás persuadido que no traman tu muerte
                            tu tortura
                            tu encierro
                          esa es la diferencia

Y hay otras todavía: sentarte en una plaza,
decirle cosas dulces a muchachas que pasan,
doblar por una esquina, así, sencillamente
                            doblar
                            por una
                            esquina
decir vivo en tal lado y aquí está mi teléfono
convenir con cualquiera que almorzaremos juntos
mañana o el domingo
ir al cine o al campo, al mar o a la montaña,
solo o acompañado, en ómnibus o a pie
y regresar tranquilo, la llave en el bolsillo
sabiendo que tu casa sólo esconde el silencio.

Todas estas sencillas ceremonias
pan de lo cotidiano
puro jugo de vida entrañable y serena
saltan hechas pedazos
cuando los tanques entran a las casas
derribando las puertas,
cuando el odio y la sangre granizan sobre un pueblo:
ya el sueño no es el sueño
la calle no es la calle
la vida no es la vida sino velar la muerte
y en esas circunstancias fallecen las palabras

                   Lito Valencia cae. Leonardo leyes cae.
                   Rodolfo ametrallado palpándose la muerte.
                   Apresan a Joaquín. Llevan a Alberto Costa.
Haroldo secuestrado. A Roberto Santoro
que lo devuelvan
ya.
¿Dónde Dardo y Enrique? ¿Dónde Oscar y Lucina?
                   ¿Dónde tantos y tantos?
Y ellos siguen buscando sedientos y cebados
y no hay dónde decir
y no hay dónde acusar
y no hay dónde vivir
sólo botas y cárcel
aullido y cementerio
sólo ciénaga y ciénaga.

Pero están los que avanzan
los que portan banderas
los que llevan el sol entre las manos
los que tienen el tiempo por delante
                   y las ganas
                   y el pecho;
para ellos no hay palmeras
para ellos no hay esquinas
                   ni almuerzos
                   ni teléfonos
                   ni cine
                   ni montañas.
(Sólo, a veces, la muerte)

Esta es la diferencia entre aquellos que luchan
                   por la libertad
y entre aquellos que luchan por su
                   supervivencia.
                            Uno hace lo que puede. Uno hizo lo que pudo.
                            Tuvo suerte, sostienen. Se colgó de un avión
por un milagro. Tal vez,
tal vez fuera lo único: cuando ametralladoras
te eligieron de blanco y te husmearon la huella
sólo ametralladoras establecen un diálogo
con algo de sentido.

Pero elegiste huir poniendo tierra en medio
y de algún modo has muerto aunque sigas viviendo
esa es la diferencia.
Mirar una palmera en Colonia Cuauhtémoc
mientras ruedan los truenos anunciando la lluvia,
dormir toda una noche
esa es la diferencia.
Enlazar las palabras y lanzarlas al viento
nombrando tus hermanos, reviviendo los muertos,
viéndolos que caminan, que se han echado a andar
por entre tus palabras, tus (pequeñas) palabras,
esa es la diferencia.
Es volver a decir, y gritar, y gritarles;
que el mundo entero sepa, que el mundo entero sepa,
esa es la diferencia: tu granito de arena.

Pero al irte te has ido, de algún modo te han muerto.
                   Uno anda de rodillas
acusando y mostrando
denunciando escribiendo
dando vueltas al grito de victoria
                   almorzando paseando.

Uno anda de rodillas: esa es la diferencia.




Carlos Patiño
Argentino (1934 – 2013)
De: ceremonias (y otros desórdenes)
Ed. Delegación Venustiano Carranza

Subdelegación de Cultura – México - 1983

Obra: de la serie Manos Anónimas - Carlos Alonso

Recordamos al amigo  Carlitos, en el día de su nacimiento (21-8-1934)

  Rogelio Ramos Signes

17 de agosto de 2013




















El trompo

Cuando jugaba a los trompos con mi padre
siempre me ganaba.
Yo ponía todo mi empeño
pero era muy corto de vista, y él
siempre me ganaba.
Mi trompo giraba plácidamente en la mano de mi padre
y su trompo se escapaba por entre mis dedos.
Yo ponía todo mi empeño pero quien ganaba era él.
Y reía, no burlándose
reía como a la espera de algo que no llegaba,
una explicación,
una deducción
que estaba al alcance de mis ojos
pero yo era muy corto de vista.
“Hay que mirar detenidamente”
me decía.
“Hay que mirar y sacar conclusiones”
mientras mi trompo bailaba en la palma de su mano
y él reía con sus dientes chiquitos
gastados por el tiempo.

Un día
tras una inolvidable clase de Física en el colegio
volví a casa y le pedí que enrollara el trompo.
Hacía más de cinco años que no jugábamos a eso
y mi padre me miró de una manera difícil de describir,
con cariño,
con satisfacción,
pero más que todo con alivio,
como diciendo “Ha llegado el momento.”
Mi padre era zurdo
(siempre lo supe, pero no deduje)
y enrollaba en sentido contrario a las agujas del reloj,
por eso el trompo que él preparaba
se escapaba de mi mano torpemente diestra,
y no de la suya, astutamente siniestra.

La infancia es un despiadado campo de aprendizaje
donde las clases prácticas
se dictan fuera de horario.




Rogelio Ramos Signes
Argentino - 1950








Obra: Niño con remera - Ezequiel Isaguirre (argentino)




  Miguel Gaya

12 de agosto de 2013













Rimbaud y los perros


Durante sus correrías por África
Arthud Rimbaud era asediado
por los perros.
Amarillos, feroces, persistentes,
trotaban y gruñían
mezclándose en la sombra del poeta.
Reproduciéndose a dentelladas
famélicas.

Todas las mañanas Rimbaud
llenaba sus bolsillos de piedras afiladas
para mantener a raya a los perros
que palpitaban
por su carroña.
Lo que iba dejando a su paso
los alimentaba.
Ruinas y hombres oscuros
rajados a latigazos
de un idioma incomprensible.

Los perros de Rimbaud lo atormentaban.
A veces lo esperaban
echados en las galerías
y lamían sus manos.
Otras
con los pelos erizados
y las fauces rojas
lo acechaban encorvados
en la oscuridad.
Nunca supo qué le producía más terror.

Los vio en África.
Los procreó en Roche.
En Marsella lo alcanzaron
y les dio de comer su pierna.

Adiós les dijo
al expirar.



Miguel Gaya
Argentino – 1953

De: El alma y otros lugares - Ed. En danza – 2012

Nació en Ayacucho (Pcia. De Bs. As.). En poesía ha publicado: “La vida secreta de los escarabajos de la playa” (Ediciones de la Claraboya, Bs. As. 1982); “Levanta contra el viento la cabeza oscura” (Ediciones de la Claraboya, Bs. As. 1983); “Colección Robin Hood” (Editorial Acme Agency, Bs. As. 1994); “Siluetas en la corriente del río” (Ediciones del Cronopio Azul, Bs. As. 2000);  “Los poetas Salvajes”  (Ediciones en Danza, 2003) y “El alma y otros lugares” (Ed. en Danza, 2012). Sus poemas fueron incluidos, además, en varias antologías.

Imagen: anacrespodeluna.blogspot.com

  Violeta Parra

8 de agosto de 2013



Arriba quemando el sol

Cuando fui para la pampa
llevaba mi corazón contento
como un chirigüe,
pero allá se me murió,
primero perdí las plumas
y luego perdí la voz,
y arriba quemando el sol.

Cuando vide los mineros
dentro de su habitación
me dije: mejor habita
en su concha el caracol,
o a la sombra de las leyes
el refinado ladrón,
y arriba quemando el sol.

Las hileras de casuchas,
frente a frente, si, señor,
las hileras de mujeres
frente al único pilón,
cada una con su balde
y su cara de aflicción,
y arriba quemando el sol.

Fuimos a la pulpería
para comprar la ración,
veinte artículos no cuentan
la rebaja de rigor,
con la canasta vacía
volvimos a la pensión,
y arriba quemando el sol.

Zona seca de la pampa
escrito en un cartelón,
sin embargo, van y vienen
las botellas de licor,
claro que no son del pobre,
contrabando o qué sé yo,
y arriba quemando el sol.

Paso por un pueblo muerto
se me nubla el corazón,
aunque donde habita gente
la muerte es mucho peor,
enterraron la justicia,
enterraron la razón,
y arriba quemando el sol.

Si alguien dice que yo sueño
cuentos de ponderación,
digo que esto pasa en Chuqui
pero en Santa Juana es peor,
el minero ya no sabe
lo que vale su sudor,
y arriba quemando el sol.

Me volví para Santiago
sin comprender el color
con que pintan la noticia
cuando el pobre dice no,
abajo, la noche oscura,
oro, salitre y carbón,
y arriba quemando el sol.


Violeta Parra
Chile (1917-1967) Poeta y música
Nació en San Carlos, en la Región de Chillán, al sur de Chile.


Intérpretes: Claudina y Alberto Gambino

  Raquel Sinelli

6 de agosto de 2013













Vigilia


Mira hacia la habitación
donde duermen los padres.

A través de la pared, del pasillo,
se asegura que respiran, que aún están ahí.

Cuando viajan, el hotel donde se alojan
queda lejos,

kilómetros que recorre
con solo girar la cabeza ne la almohada
hacia el lado en que los imagina;

aprendió de niña esa espera:
el tiempo suspendido,
mirar fijo una ruta
y no distraerse;

adivinar el ruido
del auto que regresa.





El gran río


Combatir el stress,
simplemente “correrse a un lado”,
dice la especialista
y ella, en su cabeza,
dibuja el gran río con sus márgenes.
Lo sabe:
no es una decisión
situarse fuera,
buscar un doble
para las escenas de riesgo,
perder a ésa que ella es
cuando el torrente viene
y se deja llevar.




Raquel Sinelli
Argentina – 1954 - De: La envoltura Ed. del Dock – 2013

Nació en Pergamino, Pcia. De Bs. As. Vive actualmente en La Plata.
Publicó “El día pleno” (Nusud, 2003) y “La envoltura” (Ediciones del Dock, 2013).

Foto extraída de: www.lospoetasnovanalcielo.blogspot.com.ar


  Julián Axat

2 de agosto de 2013


















Yo 2006*


me meto en el cementerio
me zambullo en osarios
desesperado navego
nado la nada
me ahogo
me ahogo entre fémures y mandíbulas
armo puzzles imposibles
dientes con metacarpos
omóplatos con espinazos
así paso la noche
escondido
cansado
de tanta originalidad
para armar eslabones perdidos
pero antes de convertirme
en el fracasado “equipo de mi mismo forense”
dejo los huesos a un lado
y escribo un poema
que me devuelve
la piel viva de su voz



* Variación del poema, libro Médium (Paradiso 2006)



Yo 2009


ese día
a la misma hora
sueño
viajo al pasado
una hora exacta antes de que caigan
me veo de siete meses
en los brazos de mamá
desesperado
les cuento su destino
hay que irse rápido les digo
quedan pocos minutos
no vacilan
no se inmutan
no hay caso pienso
se quedan
antes de volver me entregan
al niño
cuídalo
y regreso con él en brazos
todos los años
ese día


Nosotros 2012*


Los padres son los huesos

la ausencia del hueso y su búsqueda
perdidos o hallados

Los padres son los huesos

donde los hijos
afilamos nuestros dientes


* Variación del poema incluido en recordatorio publicado en el diario Página /12 del 12/04/2012


Julián Axat 
Argentino – 1976







De: Neo - Ed. el surí porfiado – 2012

Obra: Pezmanía – Adriana Bonanni (Quilmes - Argentina)
Foto: lospoetasnovanalcielo.blogspot.com