Estación Quilmes: 07/01/2016 - 08/01/2016

  Humberto Costantini

27 de julio de 2016




Armar la piel como una gran trampera


Ir por la calle,
andar
tranquilamente alerta,
no perderse un gorrión,
no discutir un verde, un dos noventa y cuatro,
aplicarse a los rojos,
discernir las pitadas que se alejan,
armar la piel como una gran trampera,
meterse en nube o trueno,
o en todo caso en techo con cajones y llovizna,
estar en gato, en vieja, en naipe de almacén, en hipocampo,
perpetuar las antenas, los buzones,
adherirse a tendales y consignas,
inmiscuirse en letreros luminosos,
decirle sí al esmog,
reconocerse,
avalar frutería y nostalgias,
no arredrarse ante quiscos, ni tristezas, ni ganas,
atento, entero, al abordaje, al arma,
no dejar escapar
un verso, una refriega, una plaza con gente,
una muchacha.




Humberto Costantini
Argentino (1924 – 1987)




De: “Poesía y teatro” – Obra completa - Ed. r y r  - 2012


Foto de cabecera, extraída de: manogara.net


  Carlos Patiño

20 de julio de 2016




de la Unidad Nacional


El señor
despertó sobresaltado
en mitad de la noche. Gemía.
Es que había visto
soñado
quizá imaginado
un ejército de obreros
avanzando sobre su caja fuerte
había visto o soñado sus puños.
Puede haber imaginado sus rostros
y algo así como revólveres
en manos callosas.

Al día siguiente
despidió a los delegados
cambió la combinación de la caja fuerte
embanderó el frente de su empresa
e invitó a cenar al comisario.

Por las dudas.



Carlos Patiño
Argentino (1934 – 2013)



En: “Legado de poetas” - Poesía social argentina 1956 – 2006
Ed. Patagonia – 2007


Obra: “Entrelazados”  de Ernesto Bertani (argentino – 1949)


  Ayelén Sol Rives

9 de julio de 2016




Morada


Juntaba caballos en el monte,
los metía en mi canasta,
vainas de tres hijos
dulces y amargos.
juntaba para la molienda
y para los potrillos,
juntaba para hacer café y harina
para las noches de no dormir.
Juntaba tiempo muerto,
semillas de cada vaina
para hacerme un collar
y colgarlo por días
de mis pestañas.
juntaba  palabras bajo el molle
pero no las escribía.
arándano, amaranto, aguaribay.
Sigo sin poderlas nombrar
ni llenar la canasta con ellas:
monte, anzuelo, sauce
con un banco debajo para el llanto.
Caían pero no las recogía:
moras, salvia, menta, papel de quemar.
la sombra no es tupida,
me interesa seguir juntando
piedras para el molino.
Y en una tarde crear 10 bollos de pan
y ni una palabra
para no sentir el cansancio,
no sentir los huesos moliéndose,
no sentir las vainas que caen del algarrobal.
No hay palabra que nombre:
algarroba, sauco, morada.



Ayelén Sol Rives
Argentina - 1988

De: Morada  -  Ed. La Biblioteca – 2015

Nació en Quilmes, Pcia de Buenos Aires. Es Licenciada y profesora en Comunicación Social. Participa como organizadora en los ciclos de poesía Club Atlético de Poetas y La Juntada de APOA.

Foto extraída de: coleccionmiliuna.wix.com