Estación Quilmes: 09/01/2016 - 10/01/2016

  Irene Gruss

30 de septiembre de 2016




Óptica IV



Creer o reventar, dijo
el sapo, la rana
que croaba reventado,
reventada de tanto haberle pisado encima.
cuál era el charco
donde cobijarse, dijo el sapo, la
rana que saltaba, croaba
en la noche, esta noche que
no se acaba nunca.
animales brutos
los que andan por ahí,
sin fijarse donde pisan, van a quedar
ciegos como ateos
van a quedar, ácido líquido
para el que pise o reviente a
este pobre sapo, pobre rana entre
charcos iluminados
por luciérnagas, cantados
por grillos, bichos de buena
ventura, cosa de creer.




Irene Gruss
Argentina – 1950

Resultado de imagen para irene gruss

De: “En el brillo de uno en el vidrio de uno” - Ed. La Bohemia – 2000

Imagen extraída de: mamapapiposasybibilulas.wordpress.com


  Carlos Barocela

27 de septiembre de 2016






DON JUAN DE LOS BALDÍOS


A media noche solía caminar
perdida entre las sombras su sombra oscura
sereno y silencioso buscaba su aventura
con paso cauteloso y suave en el andar.
Vagabundo de cualquier lugar.

Su dulce sombra oscura cruzaba los estíos
algunos lo llamaban Don Juan de los Baldíos
le daban su romance las lunas suburbanas
más de uno lo envidiaba detrás de las ventanas.
Era un señor oscuro, sereno y elegante
suave como el revés de un guante.

Melancólico y fino caballero
sin estirpe, sin fama y sin dinero,
parecía con su figura leve
un poeta del Siglo Diecinueve.
Caballero sin guante y sin bastón
que andaba por los techos cantando su canción.

Don Juan de los Baldíos, poeta sin fortuna
señor de los estíos y amante de la luna.
Detrás de una veleta su imagen suave y fina
trazaba una silueta cortada en cartulina.
Sereno caballero sin guante y sin bastón
fue el último poeta de mi generación.



Carlos Barocela 
De su LP "El Poeta"

Nació en Haedo, Buenos Aires, el 18 de diciembre de 1939. Es músico y poeta.

Información sobre su obra: http://folklorenoaargento.blogspot.com.ar/2015/09/carlos-barocela-historia-y-su-primer.html

  Alberto Szpunberg

17 de septiembre de 2016




¿Por qué no hay más bien brócoli?


¿Por qué no hay más bien nada? 
Leibniz (1646 – 1716)

¿Quién le puso brócoli al brócoli?
Sofía, mi nieta (6 años)


1

Ni media palabra, Leibniz, sólo cuchicheos por lo bajo,
la vida en suspenso a la hora de la siesta, un
zumbido que la mano quiere borrar con gesto despiadado,
tan ancestral el instinto como estúpida la soberbia,
tan huidizos los sueños como hojarascas al viento.

2

El reloj de arena se detuvo, aunque no la araña
que sigue su labor entre las vigas maestras del techo;
la araña no repara en el roce perdido de sus pasos
y todo hace pensar que siempre la historia es otra cosa:
empieza donde termina, pero nunca exactamente.

3

La puerta de zinc que chirría en vaivén propio
impone la indolencia, la recaída en la vida que se añora
desde el momento mismo de morir y haber nacido:
eso dicen quienes, hoy todos muertos, me conocen
desde el primer llanto que a veces aún escucho
como si fuese éste aquel momento mío de nacer.

4

En serio Leibniz, “¿por qué no hay más bien nada?”,
pero nada de nada,
la bruta hosquedad de bien adentro,
puro sábado de radios lejanas y esquinas desiertas:
de pronto, el eco vuelve como si recién fuese alarido,
de pronto, un vagido anuncia en el establo un nacimiento,
de pronto, un chorro de agua recita salmos al hambriento,
lágrimas llovidas de quien se inclina para beber
en el más insondable de los cuencos: las manos abiertas.

5

Ahora, el brazo que seca el sudor cubre los ojos
y una sombra se apoya, con todo su peso, contra el cielo:
“¿por qué no están entre nosotros si ellos somos nosotros?”,
y en el temblor del cristal reconoces un rostro:
te da miedo el nombre que escribes con el dedo
como alma azorada al azar su propio aliento.

6

Nunca el mismo silencio responde a la misma pregunta:
-¿Una mónada de azúcar endulza el universo entero?”
-¿No es nada “mas bien nada” el plato del hambriento?
-¿Es furtiva del payaso la lágrima de toda belleza?
-¿Es acaso la muchacha que galopa en puntas de pie?
-¿Es el rugiido de los leones la música del circo?
- No, Leibniz, nada que ver: son las tripas que protestan…


7

Éramos pocos y parió la muerte, como si la
parca, con los ojos a punto de licuarse, fuese pura evidencia:
el crimen tensa el cuello al filo del
mismísimo cuchillo,
y tanto que, tajante, cortante, ni Leibniz lo desmiente:
la sangre es sangre pero nunca “razón suficiente”,
sino cuerpo que vuelve a hacerse polvo, barro, arcilla,
pero también yuyo humilde, huella descalza, cántaro.




Alberto Szpunberg
Argentino – 1940

De: ¿Por qué no hay más bien brócoli? - Ed. Lamás Médula – 2016

Foto: Deborah Valado
Extraída de: anccom.sociales.uba.ar

  Federico Spolianski

12 de septiembre de 2016




       En verano ando en bermudas, camiseta de algodón blanca escote en V y ojotas. También una bufanda al cuello, por si las moscas. Los playeros de la Esso me gritan: “¡Payaso!”. No sé si por la bufanda o por los brazos y piernas pálidas, la mata que asoma por la V del escote si olvido o pierdo la bufanda. “¡Ahí viene Ojota!”. Cuando dejo tanta piel y pelo al aire no soy un payaso, soy espléndido; no un Renoir, a ningún Renoir se le mueve un pelo.


       No existe mortaja para vela. No existe cementerio ni momento vela. Una vela no recibe pensión ni se jubila, trabaja hasta el no doy más. El lugar para una vela es un zaguán, un oratorio, un estar vecino al kohinoor, una partida de chinchón. ¿Qué profesión puede elegir? “¡Vamos!, ¿de profesión?”. “Vela”. “¿Qué hace?”. “Velo”, responde trans. ¿Cuántos avatares puede resistir? Le exigimos a una vela más que a un percherón.



Federico Spolianski
De “ATLÁNTOV”  (Ediciones del Dock, 2016)

Argentina, 1970.  Es Licenciado en Psicología (Universidad de Buenos Aires). Escribió Atlántov (Prosa poética y microficción, Ediciones del Dock, 2016), Duda Patrón (Prosa poética & microficción, Editorial Alción, 2010), El Agujero (Cuentos, Florida Blanca, 1995).


Blog: http://federicospoliansky.com/


  Juan Gelman

4 de septiembre de 2016





Necesidades


el individuo que difiere de sus pares
que perturba o escandaliza a su familia o sociedad
suele ser calificado de insano acusado de enfermedad mental y
perseguido como enfermo
este acto de psiquiatría llena necesidades importantes

el individuo que ve piernas azules de mujer volar
arbolitos cantar el mundo heder
es encerrado golpeado con electricidad insulina médicos
este acto de psiquiatría llena necesidades importantes

¿necesidades del volar o cantar?
¿necesidades del individuo que difiere de sus pares
que perturba o escandaliza a su familia o sociedad y es
calificado de insano acusado de enfermedad mental y perseguido como
enfermo?

¿otras necesidades?
¿necesidades del individuo que no difiere de sus pares
que no perturba o escandaliza a su familia o sociedad
que no es calificado de insano acusado de enfermedad mental ni
perseguido como enfermo?

¿piernas azules de mujer volar no?
¿ni arbolitos cantar ni mundo heder?
este acto de psiquiatría llena necesidades importantes
los jabalíes de oro se están comiendo a yvonne



Juan Gelman
Argentino (1930 – 2014)



De: Relaciones (1971 – 1973) En: Interrupciones 1 – Ed. Página 12 – 2011

Obra: s/d de autor encontrado en un antiguo asilo psiquiátrico
Extraído de: marcianosmx.com

Fotografía: www.efeverde.com