Estación Quilmes: 2017

  Yamandú y Tabaré Cardozo

30 de diciembre de 2017




SOY


Con los añicos del cristal
armar mi espejo
Y en los escombros del jardín
ser tierra y flor

Con los retazos del ayer
Tejer mi manta
Leyendo el mapa de mi piel
oír tu voz

Y al sembrar tu luz
renazco en tu milagro
Y en el viento sur
soplando vida al barro
sé quién soy

Soy todos los pasos valientes de mis abuelas, su latir furioso que dio vueltas la tierra, partió los muros, y estalló al silencio hasta vencerlo entero.
Soy todos los pájaros de humo tejidos en su aire, nacidos para buscarme.
Soy la terquedad de mis abuelos, su semilla sedienta y justa, la profecía imposible de sus libros y el mar lejano de su niñez.
Soy los ojos de mi madre, el fuego de su sangre, el eco de su esperanza.
Soy las manos buenas de mi padre hechas cuna,
soy la carcajada mas alta del mundo en una foto sobre sus hombros.
Soy todas las esquinas de esta ciudad de candiles y tempestades y cicatrices y alas
Sus treinta mil ausencias ardiendo, viviendo en los brazos que sostienen los carteles, que me hacen ser quién soy.

Y al sembrar tu luz
renazco en tu milagro
Y en el viento sur
soplando vida al barro
sé quién soy
Al sembrar tu luz
renazco en tu milagro
Y en el viento sur
soplando vida al barro
sé quién soy.



Yamandú y Tabaré Cardozo
Uruguay


Esta canción y video fueron realizados para el Ciclo “Teatro x la Identidad La Plata”.
Todo el trabajo de los músicos, técnicos y realizadores fue donado para acompañar la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo.


  Nicanor Parra

21 de diciembre de 2017




La trampa


Por aquel tiempo yo rehuía las escenas demasiado misteriosas.
Como los enfermos del estómago que evitan las comidas pesadas
Prefería quedarme en casa dilucidando algunas cuestiones
Referentes a la reproducción de las arañas,
Con cuyo objeto me recluía en el jardín
Y no aparecía en público hasta avanzadas horas de la noche;
O también en mangas de camisa, en actitud desafiante,
Solía lanzar iracundas miradas a la luna
Procurando evitar esos pensamientos atrabiliarios
Que se pegan como pólipos al alma humana.
En la soledad poseía un dominio absoluto sobre mí mismo,
Iba de un lado a otro con plena conciencia de mis actos
O me tendía entre las tablas de la bodega
A soñar, a idear mecanismos, a resolver pequeños problemas de emergencia.
Aquellos eran los momentos en que ponía en práctica mi célebre método onírico,
Que consiste en violentarse a sí mismo y soñar lo que se desea,
En promover escenas preparadas de antemano con participación del más allá.
De este modo lograba obtener informaciones preciosas
Referentes a una serie de dudas que aquejan al ser:
Viajes al extranjero, confusiones eróticas, complejos religiosos.
Pero todas las precauciones eran pocas
Puesto que por razones difíciles de precisar
Comenzaba a deslizarme automáticamente por una especie de plano inclinado,
Como un globo que se desinfla mi alma perdía altura,
El instinto de conservación dejaba de funcionar
Y privado de mis prejuicios más esenciales
Caía fatalmente en la trampa del teléfono
Que como un abismo atrae a los objetos que lo rodean
Y con manos trémulas marcaba ese número maldito
Que aún suelo repetir automáticamente mientras duermo.
De incertidumbre y de miseria eran aquellos segundos
Es que yo, como un esqueleto de pie delante de esa mesa del infierno
Cubierta de una cretona amarilla,
Esperaba una respuesta desde el otro extremo del mundo,
La otra mitad de mi ser prisionera en un hoyo.
Esos ruidos entrecortados del teléfono
Producían en mí el efecto de las máquinas perforadoras de los dentistas,
Se incrustaban en mi alma como agujas lanzadas desde lo alto
Hasta que, llegado el momento preciso,
Comenzaba a transpirar y a tartamudear febrilmente.
Mi lengua parecida a un beefsteak de ternera
Se interponía entre mi ser y mi interlocutora
Como esas cortinas negras que nos separan de los muertos.
Yo no deseaba sostener esas conversaciones demasiado íntimas
Que, sin embargo, yo mismo provocaba en forma torpe
Con mi voz anhelante, cargada de electricidad.
Sentirme llamado por mi nombre de pila
En ese tono de familiaridad forzada
Me producía malestares difusos,
Perturbaciones locales de angustia que yo procuraba conjurar
A través de un método rápido de preguntas y respuestas
Creando en ella un estado de efervescencia pseudoerótico
Que a la postre venía a repercutir en mí mismo
Bajo la forma de incipientes erecciones y de una sensación de fracaso.
Entonces me reía a la fuerza cayendo después en un estado de postración mental.
Aquellas charlas absurdas se prolongaban algunas horas
Hasta que la dueña de la pensión aparecía detrás del biombo
Interrumpiendo bruscamente aquel idilio estúpido,
Aquellas contorsiones de postulante al cielo
Y aquellas catástrofes tan deprimentes para mi espíritu
Que no terminaban completamente con colgar el teléfono
Ya que, por lo general, quedábamos comprometidos
A vernos al día siguiente en una fuente de soda
O en la puerta de una iglesia de cuyo nombre no quiero acordarme.



Nicanor Parra
De "Los Latinoamericanos" - Editorial Losada - Editorial Perfil Libros

  Compiladora: Claudia Dubkin








Nació el 5 de septiembre de 1914 en San Fabián de Alico, cerca de Chillán (Chile).

Pintura: "Perros jugando pocker" - Cassius Marcellus Coolidge (Nueva York)
Extraída de: http://www.entreelcaosyelorden.com/2012/06/la-serie-completa-de-cuadros-perros.html

  Néstor Perlongher

29 de noviembre de 2017





Corto pero ligero


Y no habría de ser: esa chupada, ese lambeteo: cebado el mate
          junto al fogón de los arrieros, que arden de...
          ese descanso de la tropa alzada, en grupas: no
          habría de bajarme el chiripá, descendiendo a este
          encuentro. Ahora susurra el viento en la ventana
          que da al aljibe: hurras blande
                          no desacordonarme la manea
          donde tremolo temblorosa?)
Una historia de sables, de pistolas
De trincheras con flores de sapo y de zarza parrilla
Como hecha a dedo, a pecho
Echada en el camino de Tarija
Por un gendarme ríspido, montés
Trasiego, belicosa?
Belfo y flande
Congoja
Si tuviera que ver este lenguaje
con el terror de esos paisanos
que al ver al General piensan en Hoffman
Si su respiración no moviera las borlas de la cama de Rosas,
                            de Esmeralda

Y él no se lo encontrase, al regreso de un vado, en la catrera:
          en el encame jabonoso, como un lagarto entre los lienzos
aparece con labios de obsidiana y perfume de ajenjo: huele a chipre
(Si no me hubieras dicho qué paso
en esa noche de Cañuelas, la última
- un bolero: si bien -
aún te querría?)
Un general moviendo espadas en la sombra
Cacha y espuela, blonda y nácar
Coro de férulas:
           Un general que agita los pendorchos
           y se entrega al de enfrente, saltando los tapiales
           es más mujer que hombre, es más mujer para ser hombre
           hombre de más para mujer: un general,
           un artesano de la muerte
Chupa, lame esta hinchazón del español



El circo


soledad del lamé: de lo que brilla
no llora lo que ríe sino apenas la máscara que ríe lo llorado
llorado en lo reído:
lo que atado al corcel, lo que prendido
al garfio
de la soga:
la écuyère: domadora
la que penachos unce por el pelo
prendida a lo que mece: a lo que engarza:
ganchos
         alambres
                     jaulas
              animales dorados
              a los aros
              atados      a los haros
              halos
              aros:
                        la mujer más obesa, la barbuda:
                        la de más fuerte toca:
                        la enganchada
                                       en el aire
                                       en el delirio:
en la burbuja del delirio:
                                        el mago
                                        en sus dos partes:
la que cortada en dos desaparece
y la que festoneada por facones
sangra de corazón: la que cimbréase sin red, la que
desaparece



Néstor Perlongher
de “Alambres” (Buenos Aires, Último Reino, 1987)


Nació en 1949 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires - Falleció en 1992 en San Pablo, Brasil. Fue un poeta, escritor y militante LGBT argentino radicado en Brasil desde 1982. Fue uno de los fundadores y referente principal del Frente de Liberación Homosexual en Argentina, una de las primeras organizaciones LGBT del mundo. (info: https://es.wikipedia.org/wiki/Néstor_Perlongher)

  Graciela Cros

9 de noviembre de 2017






XI.

Soy una dama esponjosa y a veces sólo una esponja. Soy la que con maña chupa la sustancia del Otro. Tengo el cuerpo lleno de orificios y mis fluidos circulan por una red de canales. Soy Venecia sin ti. Voy del padecimiento a la furia.
Yo fabrico mis grillos.


XII.

Soy una dama que trina con defecto. Mi aristocracia es espiritual.
Practico la bondad y tolero el abuso de los fatuos.
Mi cuerpo paga con su dolor moral ese irrespeto.
Yo cultivo las maneras corteses.


XIII.

Soy un lemon pie que otros comen con deleite.
Un bay biscuit una vainilla un brownie una masa quebradiza una mixtura.
Soy un hojaldre pampeano un pastelito criollo un biscochito de grasa para el mate del gaucho. Soy un producto regional. Un sourvenir. Made in Patagonia FOR EXPORT.


XIV.

Soy un muro de los lamentos. Un muro de Berlín. Un muro.
Nada que no pueda ser derribado.
Otras hablan en Mí. Yo hablo por Otras.
En los circuitos de mi osteoporosis se aloja La Cantora.


XV.

Soy una dama que pierde las agendas y anota su deber en papelitos.
Una escribe en la cola del banco en la sala de espera del dentista en el estacionamiento del supermercado en la luz roja del semáforo.
Mi pasión está intacta.
Soy la que sujeta con los dientes. La soga del Ahorque.




Graciela Cros
De "Cantos de la gabiota cocinera" - Amargord Ediciones 1ª ed.(2014)



Nació en Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, en 1945. Reside en la Patagonia argentina a partir de 1971. Estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires y desde hace años se dedica enteramente a la escritura.

   Martín Rodríguez

28 de octubre de 2017





*


¿de qué murió la mariposa azul apoyada en tu frente durante la tarde?
¿de qué murió el viejo de la guitarra que cantaba "pase al reino"?
¿y la niña del vestido negro sostenida por un sueño?
-todos murieron de muerte natural, respondía la madre,
fueron agotados en su propio fuego
y agregaba
-los que descubrieron un mar están ahogados
o tienen el alma demasiado profunda-



*


yo vi esa nena
que cortaba la flor
blanca del cantero y se levantaba el vestido
y se ponía la flor dentro
de la bombacha y después
caminaba como un angelito
muda y me hacía temblar,
yo tengo esa imagen
una luz atada al párpado,
puedo borrar lo que escribo en una hoja
con una goma o tacharlo
pero la nena levantándose el vestido
no, es como si me hubiesen abierto
la cabeza y puesto
una cajita musical con esa imagen en el interior
girando sobre la música
la muñeca bajándose la bombacha
poniéndose la flor
blanca




Martín Rodríguez
De "53" poesía argentina del siglo XXI - Editorial Municipal de Rosario
       70

Nació en Buenos Aires en 1978.


imagen: omixmoron.blogspot.com

  Fito Páez

12 de octubre de 2017





Yo vengo a ofrecer mi corazón


Quién dijo que todo está perdido
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Tanta sangre que se llevo el río
Yo vengo a ofrecer mi corazón
No será tan fácil ya sé qué pasa
No será tan útil como pensaba
Como abrir el pecho, y sacar el alma
Una cuchillada de amor
Luna de los pobres siempre abierta
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Como un documento inalterable
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Y uniré las puntas de un mismo lazo
Y me iré tranquilo, me iré despacio
Y te daré todo, y me darás algo
Algo que me alivie un poco más
Cuando no haya nadie cerca o lejos
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Cuando los satélites no alcancen
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Y hablo de países y de esperanzas
Y hablo por la vida, hablo por la nada
Y hablo de cambiar esta nuestra casa
De cambiarla por cambiar nomás
Quién dijo que todo está perdido
Yo vengo a ofrecer mi corazón




Fito Páez
Nació en Rosario, 1963. Compositor, cantautor, y pianista argentino, integrante de la llamada Trova rosarina.


Interpretación: Mercedes Sosa y Francis Cabrel




  Charles Bukowski

2 de octubre de 2017




todo


los muertos no necesitan
aspirina o
tristeza
supongo, pero quizás necesitan
lluvia,
zapatos no
pero un lugar donde
caminar,
cigarrillos no,
nos dicen,
pero un lugar donde
arder.
o nos dicen:
espacio y un lugar para
volar,
da
igual.
los muertos no me
necesitan.
ni los
vivos.
pero quizás los muertos se necesitan
unos a
otros.
en realidad, quizás necesitan
todo lo que nosotros
necesitamos
y
necesitamos tanto
si sólo supiéramos
qué
es.
probablemente
es
todo
y probablemente
todos nosotros moriremos
tratando de
conseguirlo
o moriremos
porque no
lo
conseguimos.
espero que
cuando yo este muerto
comprendáis
que conseguí
tanto
como
pude.



(de the roominghouse madrigals: early selected poems -1946-1966-)




los mejores de la raza


no hay nada que
discutir
no hay nada que
recordar
no hay nada que
olvidar
es triste
y
no es
triste
parece que la
cosa más
sensata
que una persona puede
hacer
es
estar sentada
con una copa en la
mano
mientras las paredes
blanden
sonrisas de
despedida
uno pasa a través de
todo
ello
con una cierta
cantidad de
eficiencia y valentía
entonces
se va
algunos aceptan
la posibilidad de
dios
para ayudarles
en su
paso
otros
lo aceptan
como es
y por estos
bebo
esta noche.


de "you get so alone at times that it just makes sense (1984)."




Charles Bukowski
Nacido con el nombre de Heinrich Karl Bukowski en Alemania el 16 de agosto de 1920 fue un escritor y poeta estadounidense.

  Horacio Salas

17 de septiembre de 2017





Los amantes


I

Uno puede verlos quererse alegremente,
la sonrisa en los ojos, la piel muy junta,
mirando caer la tarde como si fuese última,
diciéndose palabras que uno imagina iguales, reiteradas,
y que seguramente en sus oídos sonarán inéditas.
Pero un día advierten que la tarde no les pertenece,
y como si interpretaran un rol bien aprendido,
casi sin despedirse,
comprenden que el silencio es la mejor especie del adiós.
A partir de ese instante los recuerdos atraparán sus manos
cuando las calles establezcan una enorme distancia
que el tiempo se encargará de corroer,
como un castillo de arena abandonado.


II

Lo difícil no es tanto pronunciar las palabras finales,
o mirarse por última vez en otros ojos,
sino la dura obligación que empieza luego
cuando se inicia el largo aprendizaje del silencio,
el hábito de percibir la voz querida desdibujándose en el aire.
Entonces, cuando sabemos lo absurdo de comenzar el día,
de evocar los fantasmas y estar solos,
despiadadamente invocamos al olvido
pretendiendo que abarque todos nuestros actos.

Rara vez lo logramos.



Las casas


La destrucción comienza en esas casas
que van dejando al aire sus ladrillos,
restos de papel floreado sobre la medianera
y escaleras que no llevarán ya a ninguna parte.
A veces los balcones permanecen como si se resistieran
a dejar los últimos rastros de vida de la casa,
como si pretendieran cubrir la decadencia de las puertas
arrumbadas sobre el desnivel de los baldíos,
donde la oxidación se ensaña con las viejas persianas.
Siempre hay una flor que brota como una sombra más entre las sombras
que aún recorren el olvido de las habitaciones derruídas.
Los impúdicos restos, los dibujos de hollín en las molduras,
un número de teléfono escondido en un retazo de papel
que burla la intemperie, subsisten todavía,
pero nada podrá salvar las casas.
Las balaustradas que perduran en compactos jarrones
acaso no lleguen a presentir la muerte
que anda rondando las enredaderas,
los últimos jazmines empujados hacia el sur,
las descascaradas flores de manpostería
que atestiguan las transformaciones como una manera del olvido.
Cada día estrujamos un nuevo fragmento del pasado;
una tarde los rostros de la antigua ciudad
habrán cambiado su voz,
y comenzarán a hundirse en el silencio de las fotografías.
Los muertos también se habrán llevado su recuerdo.





Horacio Salas
"Antología consultada de la JOVEN POESIA argentina", año 1968
Compañía General Fabril Editora.



Nació en Buenos Aires en 1938. Poeta y ensayista.


Pintura Los amantes de:René Magritte

  Víctor Manuel Cárdenas

5 de septiembre de 2017





Leí en el mar


Leí en el mar toda la noche:
Calma. Relájate. No desperdicies
pólvora en infiernitos. La vida es
apenas, una posibilidad. Observa
a los cangrejos; medita en la devastación
de las aguas. Si la claridad se impone,
los vientos te llevarán; si una mujer,
la luna. Todo comienza aquí. Tumulto
y oscuridad son páginas diarias
en los noticieros. El presente nada rige.
Voltea. Estar aquí es inventarlo todo.
Tú eres el mar.




Víctor Manuel Cárdenas
México (1952 – 2017)

Poeta e historiador. Destacado con el Premio Nacional de Poesía Tuchtlán en 1980, el Premio de Poesía Joven en 1981, y el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde en 2007. Autor de, entre otros,: “Primer libro de crónicas”, “Peces y otras cicatrices”, “Poemas para no dejar el cigarro”  y “Micaela”.


Extraído de: Círculo de Poesía. Revista digital de Poesía – www.circulodepoesia.com
Imagen extraída de: youtube.com


  María Fernanda Espinosa

16 de agosto de 2017





En Agua Prieta, desierto de Arizona
vive el pez dorado.
Tiene una memoria que dura tres segundos.
Vive solo en el presente.
Nada sin parar.
Reinventa todo a cada instante,
pero no llega a ninguna parte,
porque su camino es siempre otro.

El pez dorado olvida su nombre,
olvida el amor,
olvida su propósito,
sus hijos, sus padres.
Es como la historia escrita por los poderosos:
está hecha con una memoria de apenas tres segundos,
para que nadie recuerde la guerra o la noche.

La historia que guarda el pez dorado
es como la nuestra, dura apenas tres segundos.
Nuestros dolores se repiten
y aparecen nuevos cada vez.

 



María Fernanda Espinosa



Poetisa, socióloga, lingüista, geógrafa y profesora universitaria ecuatoriana, nacida en Salamanca (España) en 1964.


(Fuente: http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=espinosa-garces-maria-fernanda)

Pintura: Ronald Companoca (Perú)

  Mariel Monente

8 de agosto de 2017





en verano ella
baldea los mares de miga
las bocas beben
la fragua de su amor
con sonido de campana
crímenes vestidos de pudor
candados abiertos
y espigas

en verano
esta llena de brotes
olor a menta
ciruelas rojas
y naranjas agrias sobre los bancos
y las bocas
las bocas siempre dicientes de sed
sueñan con sangrías
y ella
la que baldea los mares de miga
perdió los relojes en el vendaval
menos uno
siempre es hora de mesa tendida
y de voces silenciadas
para el dolor





Mariel Monente
De: "casa ciega"  - Ed: El Mono Armado – 2016



Publicó libros de poesía, cuento y teatro. Poesía: “Donde Anido” (2011); “Cordel” (2014); “Sombra de cóndor” (2014); “Lo que precipita” (2014); “Sutura” (2014); “acaso lo fugaz” (2015); “Sutura” selección de poemas.


Foto extraída de: Pinterest


  Rolando Revagliatti

29 de julio de 2017





Finó


Soy la mujercita
que se iba a casar

Finó mi prometido

y de momento
dicha circunstancia
me empobrece.




Usualmente


Él me dice usualmente esas cosas extrañas
y me abraza

Termino casi siempre sabiendo qué soy

Después
      huye.




Reconocida y desleal


Reconocida y desleal
aún segrego tus efectos personales

Bien sé que no todo es quedarse
ni acomodarse
en las fronteras

Trémula
como mi madre cuando dio conmigo
cavándote mis rictus de presa
morí cómica

Yo con vos no tengo
ni un soberbio fracaso.





Sentí


Sentí algo:

he sido atropellada
por un recuerdo

allí.




Yo soy la buena mujer


Yo soy la buena mujer
que se consiguió el Alberto
por consejo de su madre
la mejor amiga de la mía

Dócil, apacible, soy buena
Resignada, soy buena
Insignificante, soy lo que también
el médico le recomendó
al Alberto.




Rolando Revagliatti
De "Ardua"  -  Ediciones Recitador Argentino, 2017.



Nació el 14 de abril de 1945 en Buenos Aires.


www.revagliatti.com



  Jorge Fandermole

22 de julio de 2017




Oración del remanso


Soy de la orilla brava del agua turbia y la correntada
que baja hermosa por su barrosa profundidad;
soy un paisano serio, soy gente del remanso Valerio
que es donde el cielo remonta el vuelo en el Paraná.

Tengo el color del río y su misma voz en mi canto sigo,
el agua mansa y su suave danza en el corazón;
pero a veces oscura va turbulenta en la ciega hondura
y se hace brillo en este cuchillo de pescador.

Cristo de las redes, no nos abandones
y en los espineles déjanos tus dones.

No pienses que nos perdiste, es que la pobreza nos pone tristes,
la sangre tensa y uno no piensa más que en morir;
agua del río viejo llevate pronto este canto lejos
que está aclarando y vamos pescando para vivir.

Llevo mi sombra alerta sobre la escama del agua abierta
y en el reposo vertiginoso del espinel
sueño que alzo la proa y subo a la luna en la canoa
y allí descanso hecha un remanso mi propia piel.

Calma de mis dolores, ay, Cristo de los pescadores,
dile a mi amada que está apenada esperándome
que ando pensando en ella mientras voy vadeando las estrellas,
que el río está bravo y estoy cansado para volver.

Cristo de las redes, no nos abandones
y en los espineles déjanos tus dones.



Jorge Fandermole
Nació en Pueblo Andino, provincia de Santa Fe, Argentina, en 1956.



Autor, compositor, intérprete y docente de música


Interpretación: Manuel Moreira y Nahuel Pennisi

  Jorge Prieto

5 de julio de 2017




Yo y los demás


A los que bajamos y bajamos miles de escalones
y pase lo que pase abrimos todas las puertas.
A los que demorados por tanto olvido
ya no sabemos que hacer con las esperas.
A los que se nos hundió el suelo
y solo nos queda confiar en cada salto.
A los que en este Sur, con tanto ruido a celda
por las dudas dormimos con un solo párpado.
A los que la impunidad de vivir nos carcome
y sin hacer pie, con tal de flotar, no respiramos.

A los que hasta ahora, luchamos y perdimos
saber que no estamos solos,
no alcanza.




De shopping


Me gusta vivir en continuado,
nada va hacia lado alguno;
todos miran / se miran
compran / venden
nada espera nadie.
Todos quieren todo.
Nadie duda.
Nada se comparte.
No hay antes.
No hay.
No hay después.

Me cuesta ordenar tanta tormenta.



Jorge Prieto
De "Álbum de esperas y otros asuntos"   - Ediciones El Mono Armado (2009)


Participó de Talleres Literarios (I. Blastein, H. Constantini, I. Lublin y en especial con los poetas Gianni Siccardi y Marcos Silber.

  Juan Gelman

15 de junio de 2017




De "Velorio del solo"


Monja en el ómnibus


         Entre hombres y paquetes, diarios envejecidos,
         caras secas, sudores, mejillas con rencor,
         envuelta en el silencio de su capucha pálida
         la novia de dios viaja con Cristo
         sobre los pechos que a nadie dieron de comer.




Juguetes sobre la mesa


Una cierta gracia torpe en los brazos del oso,
el desorden del pato,
los ojos fieles del perro para dormir,
conspirando sin ruido contra el temor, la oscuridad,
los habitantes del candor juegan ahora con los hombres,
me dan de morir y de nacer como las balas del adiós.




Historia


         Estudiando la historia,
         fechas, batallas, cartas escritas en la piedra,
         frases célebres, próceres oliendo a santidad,
         sólo percibo oscuras manos
         esclavas, metalúrgicas, mineras, tejedoras,
         creando el resplandor, la aventura del mundo,
         se murieron y aún les crecieron las uñas.




Juan Gelman
Antología consultada de la JOVEN POESIA argentina. 1968.
Compañía general FABRIL EDITORA S. A.

Nació en Buenos Aires, 3 de mayo de 1930 - Falleció en México DF, 14 de enero de 2014. Poeta, traductor y periodista argentino

http://www.elcucodigital.com/efemerides-muere-el-poeta-juan-gelman/

  Dora Hoffmann

5 de junio de 2017




LÍMITES


Quédate en el límite del día
en su trama de dioses amaestrados
y dragones ingenuos,
entre sus ciertos,
desgastados bordes
quemados por el sol de la cordura.
Ata la sombra a tu piel
y que no huya
cuando vuelvas de este lado la mirada.
Apaga en tu corazón
el tumulto de ese tren que pasa
armando un horizonte
que no has de tocar.
En tu deseo de morir
clava una lámpara.
Una espada en el centro de tu sueño.

Y por favor no olvides
amarrar a una piedra tu memoria.




MEDIODÍA


Lo llamaron el justo
por la equidad difícil
de igualar en la balanza deslumbrante
el sol pesado y la delgada sombra,
el nudo de reptil y caracol
y el cielo desprendido.

Y qué decir del oficio
de decretar la partición del día:
una mitad para la herida.
Otra para el dolor.





A UN ROSTRO


Aférrate.
No ves que si la gota de memoria
no te arrastra en su caída,
será sin fin tu rodar de forma desasida,
lluvia de exilio devorando su propia sed.




Dora Hoffmann
De “Los habitantes de la memoria” (1975)



Nació en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos.

Publicó dos poemarios: “Los habitantes de la memoria” (1975) y “Cuaderno de viaje” (1977). Póstumamente, en marzo de 1981, apareció su libro “La casa y otras ausencias”.


  León Felipe

1 de junio de 2017




I


¿Desde dónde escriben los poetas?
Tal vez todo el secreto esté en esta pregunta.
¿Hacia dónde se abre esa puerta?
¿Quién está allí?
¿Qué hace allí aquel hombre sentado?
¿Quién es?
¿Por qué no se levanta?
Le llaman,
le llaman,
le llaman todos...
¿Qué escribe?
¿Para quién escribe?
¿Desde dónde escribe?
Ésta es la pregunta:
¿Desde dónde escriben los poetas?



II


Y ESTE poeta... ¿Cómo se atreve a decir estas cosas,
esas cosas terribles que los teólogos
condenan y fulminan?
¿Por qué dice el poeta esas cosas terribles?
Luego se calla
y no sabe decir nada,
ni responder a nada de lo que le preguntan.
¡Es como un idiota!:
-¡Yo no he dicho eso!...
-¿Cómo que no lo has dicho?
Si está escrito aquí
y lo va a leer todo el mundo.
Los teólogos...
Dios.
-¿Dios también va a leerlo?
Entonces el poeta abre los ojos...
Despierta...
y no tiembla.



III


¿Y DE dónde vienen esas cosas que dicen los poetas?
¿de dónde las sacan?
¿dónde las encuentran?
pero si los poetas son imbéciles...
cuando uno los ve por las calle siempre se pregunta:
¿Quién es ése?... ¿A dónde va...?
Mira ese viejo... tiene 80 años
y dice que es un gran poeta
Con ese tranquillo de que es un viejo poeta loco
va por ahí diciendo cosas indecentes
y tocando un deplorable violín.
La gente dice: No hagáis caso...
es un loco... un clown,
un loco blasfemo.
Pero...¡Hay que oir las cosas que dice!
y ni le llevan a la cárcel
ni al manicomio
Y el presidente se calla
y el obispo también
y todo el mundo se conforma en decir:
Es el viejo poeta loco del violín.



León Felipe
De "¡Oh, este viejo y roto violín! - VISOR MADRID 1993



Poeta, nacido en la provincia de Zamora, España el 11 de abril del año 1884 y fallecido en Ciudad de México el 18 de septiembre de 1968.
Imagen extraída: http://trianarts.com/leon-felipe-el-llanto-es-nuestro/

  Alberto Szpunberg

19 de mayo de 2017





5


La habitante entró así en el corazón de la nieve
y sus huellas descalzas quedaron grabadas
como las corcheas de un pentagrama mudo:
a punto de embestir contra sí mismo,
bramó un torbellino de esquirlas de hielo.
y hasta el viento, erizado se contuvo.
A orillas del mar que va y viene, ensimismado,
como un león cansino, aburrido, vegetariano,
el chillido de los buitres crujió hasta el llanto.



15

¿De qué dios fueron sílabas, escanciados balbuceos,
los estallidos de ira, los maremotos más salvajes,
al proferir de por vida falsas dulzuras y anatemas?
por último, ni Churyúmov ni Guerasimenko,
de la Academia de Ciencias de la URSS,
acudieron a la cita fijada en un punto de la estepa.
ligera como un rumor, la habitante hoy se desliza
por los rincones más íntimos de su lúcida belleza:
en cada una de sus huellas amaga un temblor.



20


-¿Qué se hizo de mis camaradas astrónom@s?
-¿Aún observan arrobad@s desde la roja muralla?

Cuando la trade se apaga contra los ladrillos,
ellos recuerdan una bandera que ya no flamea:
parpadean, se les cierran los ojos, casi sueñan
con un cometa que escribe sus nombres en el cielo.
la habitante mira a lo alto y descifra el mensaje:
la niña que desfila por la mañana en el koljoz
de noche se cubre con la frazada y oye pasos.





Alberto Szpunberg
Argentino – 1940



De: La habitante del cometa 67/P Churyúmov – Gueramisenko
Ed. Lamás Médula – 2017


  Ricardo Zelarayán

11 de mayo de 2017





Cosas peores


Aquel que consiguió filtrarse y vivir,
dicen,
no es nadie si no se hace notar
y entra a echar plumas.
Y cuando menos espera, se viene abajo.
Y es bien sabido que abajo es de una sola
cara…
Arriba muchas.
Viva las de arriba
aunque les cueste la vida
y cante nomás, emplumado.
Pero no vuele.
Agítese todo lo que quiera
y deje que la vida se venga abajo
en silencio.
Hay quien se salva
o salvó así.
¡Increíble!
Puede ser.
Contar las vueltas de la rueda
sin perdonar una
siempre serán más que las plumas
del plumaje crecido con el miedo
que vuelva a subir sin alas.
Las manzanas,
los espías
no son gusanos que sacan la cabeza,
las filtraciones son más que grietas
la calvicie se te mete en la oreja
y se alza con todo.
y los solos son mayoría
el montón.
Huesos enormes no hacen ruido
aunque tropiecen como llave inglesa
que te caza de un salto
del cogote.
El ruido se hace hondo
de tanto meterse en él.
Habrá que enterarse por las señas
o por el humo que se queda adentro
alborotando,
gateando,
hasta quebrarse los dedos,
ni hablar de uñas,
como barriles sin fondo.
Darle a la cama de duraznos
brote,
gajo de trote,
en dejarse brotar
por miedo larva clueca
hacha mocha
narigona.
Por tratar sin dejar,
por no dejarse oscurecer,
por temblar al revés,
por las llaves estériles,
amontonadas,
que llenan sin piedad
todas las piezas igualmente amontonadas,
como los cilindros que musiquean al rodar
interminablemente.
Y vamos con las cerraduras, las dentaduras, los dientes
cariados, las jetas de corcho, los kilos de manzanas.




Ricardo Zelarayán
De: Ahora o nunca – Poesía reunida - Ed. Argonauta – 2009



Argentino (1922 – 2010)


Obra: Mural for Joaquim Gomis  de Joan Miró (España – 1893 – 1983)


  Miguel Hernández

30 de abril de 2017




Nanas de la cebolla


La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa
ríete mucho,
que es la risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto,
que mi alma al oírte
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus ojos
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera.

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.




Miguel Hernández
Nació en Orihuela, en 1910, falleció en Alicante, 1942




Interpretación: Alberto Cortez y Joan Manuel Serrat
Música y arreglos: Alberto Cortez

  Pablo Romero

23 de abril de 2017





La vida es sueño


Improvisar una pérdida:
salir del cuerpo de la madre
arrancar de cuajo la existencia
en esta intensidad de rompernos
como quien juega con la muerte
un triciclo
el sol
la infancia hermosa y triste
como Ofelia acariciada por el mar

así nacen las tristezas;
en ese hacer empuje en la carne
descosernos la sombra mientras dios
equilibrista y tambor
no sabe sostenerse
sin arrancar de la hondura esto que somos:

hombres ineptos de toda angustia
que no aprendieron a rechazar lo persistente
-esta vida-
la vida que nos ha confiado

sin dar espacio a huelga





Romper un vaso


Estaba al borde. Lo juro. Casi imperceptible,
atento a la ruina como a punto de darse muerte
como sabiendo el lugar exacto dónde hacer fuga.

Estaba al borde.

Tuve un amor alguna vez. Era como vivir de la sed,
darse contra el mar hasta romper el cuerpo.

Pero no era mi cuerpo lo que se fragmentaba
en la caída,
no esta vez. El vaso caía por el peso de su nombre,
dije vidrio y no necesité más para cortarme.

La poesía hace estas cosas.





Pablo Romero
Argentino – 1999



Es poeta, editor y agitador cultural. Su primer libro: “Los días de Babel” fue editado por Stillnes & Blood Press – México.


Foto extraída de: www.vallejoandcompany.com

  Fernando Cabrera

12 de abril de 2017





El tiempo está después


La calle Llupes raya al medio
encuentra a Belvedere
El tren saluda desde abajo
con silbos de tristeza

Aquellas filas infinitas
saliendo de central
El empedrado está tapado
pero allí esta

La primavera en aquel barrio
se llama soledad
Se llama gritos de ternura
pidiendo para entrar

Y en el apuro está lloviendo
ya no se apretarán
Mis lágrimas en tus bolsillos
cambiaste de sacón

Un día nos encontraremos
en otro carnaval
Tendremos suerte si aprendemos
que no hay ningún rincón
que no hay ningún atracadero
que pueda disolver
en su escondite lo que fuimos
el tiempo está después





Fernando Cabrera
Nació en Uruguay, Montevideo 1956. Poeta, músico y compositor.



56 canciones y un diálogo (entrevista de Alicia Migdal, Trilce, 1992).
libro + dvd (poemas y canciones) (Ayuí / Tacuabé, 2012).


Interpretación: Perota Chingo


  Alicia Eguren de Cooke

29 de marzo de 2017





Buenas noches, mi tierra, por ti he andado
sobre la blanca curva de la siega
final, y desde allí sólo me llega
la dicha del silencio innominado.
En marchitas gavillas cae el juego
desalentado de la sucesión
humana, y con inagotable son
difúndese la permanencia luego.
¡Ay, qué sabor, mi Dios! ¡Ay Dios, qué clima!
¡Ah, camoatí inicial del paraíso!
¿Por qué, mi Dios, por qué luego la grima
de la caída y su quebrada flecha?
¿Si cuando el alma palpo y analizo
más desolada la hallo y más deshecha?
Por sobre el maizal, un viento rubio,
con hálito repleto de cosecha
me augura que, para próxima fecha,
la buena gente ha de unirse en connubio.
Un incontable olor en la garganta
marca el sonoro tiempo de la entrega,
y el sibilante anuncio de la siega
crece en el pecho del varón que canta.
Ya veo el mazorcal volcando en tierra
su rebosante germen... ya el eterno
círculo en el pobre suelo cierra.
¿Ah, soledad de Dios!... sobre este enjambre
dámete de tal modo que el infierno de tu ausencia
cese, y se calmen mi sed y mi hambre.




Alicia Eguren de Cooke
Argentina (1924 – 1977)


Poeta, escritora, periodista y docente desaparecida en 1977. Colaboró en el periódico Con Todo, dirigió la revista Nuevo Hombre y editó la revista cultural Sexto Continente.

Fotografía extraída: www.contrainfo.com

  Manuela Fingueret

20 de marzo de 2017







Mi padre


No fue sabio
No fue justo
No fue valiente

Sólo un pobre carpintero judío
recorriendo el verano
en bicicleta

Detenido en Tolstoi
entre los cielos de Chagall
hacia la tierra prometida
Jerusalem fue un sueño
que terminó en abandono

No fue músico
No fue rabino
No fue maestro

Sólo un pobre carpintero judío
remontando la guerra
y el origen
para vivir a tiempo
en la palabra de su hija.




Manuela Fingueret
De "Eva y las máscaras"  - Ed. Último Reino – 1987



Argentina (1945 – 2013)

Docente y escritora. Publicó en poesía: “Tumultos contenidos” (1975); “Heredarás Babel” (1977); “La piedra es una llaga en el tiempo” (1980); “Ciudad en fuga y otros infiernos” (1984); “Eva y las máscaras” (1988); “Los huecos de tu cuerpo” (1992); “Uva y racimo.” (1998); “Esquina” (2001);  “En el revés del cielo” (16 poetas argentinas y españolas). 2006- Selección y prólogo de Concha García (poeta y periodista española). “Fábulas con moraleja”, publicado por GEAL (Grupo Editor de América Latina -2009).  2010: La vida espuma, muestra con la artista visual Mirta Kupferminc.


Obra: Niño con paloma – Marc Chagall

  Eduardo Mileo

12 de marzo de 2017




Paisaje de la muchedumbre en la plaza



Todo está ahí,
Entre las alas que se alejan
Y los pies.
El pensamiento es un objeto frío.
Él quiere creer
Que debajo de la vida hay puentes.
Cuando se cansa dobla
El sobretodo negro como un rito.

Deberían hablar
Las veredas mojadas.
El sin trabajo mira sin ver
El hormigueo de la gente.
Plaza de Mayo.
Hace falta un cuerpo.
Algo que organice una acción.




Eduardo Mileo
Argentina – 1953



De: Poemas del sin trabajo - Ed. en Danza – 2007


Editó: “Quítame estas cruces” (1982); “Tiendas de campaña” (1985);  “Dos épicas” (con A. Muñoz, 1987); “Puerto depuesto” (1987); “Mujeres” (1989); “Misa negra” (con A. Muñoz, 1992); “Poema del amor triste” (2001); “Poemas sin libro” (1er premio de poesía del Fondo Nacional de las Artes, 2002); “Muro con lagartos” (2004) y Poemas del sin trabajo (2007).
Fue miembro del consejo editorial de la revista de poesía La Danza del Ratón hasta su último número, aparecido en 2001. En el año 2000 recibió una beca nacional del Fondo Nacional de las Artes. En el 2001 ganó el Primer Premio de Poesía del Fondo Nacional de las Artes. Integra la Comisión Directiva de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA).


Foto extraída de: http://entrever.com.ar/2017/02/10/caminando-en-circulos-siempre-hacia-adelante/



  Gustavo Tisocco

1 de marzo de 2017




Oruga


Me increpo en el piso,
me arrastro, se del frìo,
del cemento,
la pradera.

Ignorado
bestial
insignificante
partícula ínfima
alimento de águilas.

Paciente
previsor
calmo
certero
vital.

Aguardo…
Me crecerán alas, lo sé.




Gustavo Tisocco
De"Cicatriz" - Ed. Vinciguerra – Colección Summa – 2009


Argentino – 1969


Imagen extraída de: la huertina de Toni

  Carlos Kuraiem

25 de febrero de 2017





Los sueños de Carmelo



Carmelo se jugó la Biblia al monte
porque ya no tenía con qué apostar
y la perdió.
<<¡Que Dios lo perdone!>>
exclamaban las maestras
en la vieja Escuela Nro. 45
y Carmelo juró que mañana
volvería a jugar con dos Biblias
y lo echaron
porque pensaron que ya
no lo podrían corregir
ni lo intentaron.

Carmelo creció y se hizo grande
y quiso ser actor dramático.
Nos lo dijo un día
que apareció en el barrio
con un libro de Laferrere debajo del brazo,
y arrodillándose en medio de la vereda
nos interpretó (con verdadera pasión)
un fragmento de una obra de Shakespeare,
y nosotros lo aplaudimos
porque la madre estaba contenta con su hijo
y lo miraba desde la platea de su puerta.
¡Carmelo como los grandes actores
quería morir sobre un escenario!

Carmelo un día se compró un carro,
un caballo viejo y consiguió un perro flaco
que lo seguía a muerte.
(Los vecinos miraron con desconfianza
cada uno de sus pasos esta vez),
Carmelo se cuidaba la garganta
-porque ahora cantaba-,
mientras tanto para vivir era botellero,
un trabajo como cualquier otro
y juntaba botellas
compraba vestidos rotos
y cubiertas de autos
ya descartadas
y los domingos descansaba el caballo
y el perro.
Carmelo era feliz
porque lo que ignoraban los vecinos
es que este era un medio
que le permitía con el tiempo
alcanzar su verdadero sueño de cantor.




Miguel



El no vende su mandolina.
Todo el año trabajó de albañil
rompiéndose las manos con la cal
y esperando diciembre
en que saca la silla a la vereda
y pulsa la mandolina.
No necesitan más que cuatro cuerdas
sus manos
para arrancarle los sonidos
de su provincia,
-él hunde en ella su canto-,
él sólo pide cuatro cuerdas
para llegar a las estrellas,
dormir la tarde en su rodilla
y a las doce de la noche
guardar la mandolina en su estuche
y tomarse todo el vino
que encuentre en la casa,
-él no la cambia ni por un pasaje
a su provincia-
porque cuando él la toca
tiene a toda su tierra bailando
en sus manos.






Carlos Kuraiem



De "La mirada y el vértigo"  Obra Poética - Editorial Dunken (2017)
Los poemas pertenecen a: "El canto del Gallo Rojo"

Investigación y edición: Marta Goddio.


Nació en Buenos Aires, 1956 Poeta, escritor y músico.


Fotografía extraída: https://mimosparaelalma.wordpress.com

  Carlos Kuraiem

20 de febrero de 2017




CARLOS KURAIEM – CUARENTA AÑOS DE POESÍA
  

Carlos Kuraiem / La mirada y el vértigo, Obra poética, 2017.

Carlos Kuraiem – La mirada y el vértigo, Obra poética – Tercera edición, 256 páginas. Editorial Dunken 2017. Buenos Aires. Argentina.

Carlos Kuraiem , Buenos Aires, 1956. Poeta, Escritor, Músico (compositor, guitarrista y songster. Su obra abarca poesía, novela y canciones, comprende la producción de cuarenta años (1974-2014), completada, acrecentada y perfeccionada continuamente por su autor. Con el título La mirada y el vértigo, se reúne su Obra poética. La acompañan fragmentos de recuerdos, observaciones, cronología, retrato del poeta y músico, notas y comentarios, apreciaciones y críticas sobre Kuraiem, recogidos de las palabras y de los escritos de sus contemporáneos más próximos.


Incluye los libros: El canto del gallo rojo, El poeta salió a pelear la realidad, De laúdes y mistoles, La canción del Borracho, El cuello de la noche, El hilo de Ariadna, Poblado de ella, Un río nos separa, Fundación de la vereda, La vida devaluada. Completan la obra: siete separatas de poemas. El libro contiene traducciones al inglés, italiano y catalán.


  Malcolm Lowry

9 de febrero de 2017





Delirium en Vera Cruz


¿Dónde se ha ido la ternura? Le preguntó al espejo
Del hotel Biltmore, habitación 216. Ay,
¿Puede ser que su reflejo se apoyase, también, contra el cristal
preguntando dónde me perdí, dentro de qué horror?
Y ahora me mira con espanto
detrás de tu barrera frágil y ladeada? La ternura
Estuvo aquí, en este refugio, en éste
Lugar; vio tu figura, escuchó tus lamentos.

¿Dónde está el error? Soy esa imagen temeraria y dividida?
¿Es el fantasma del amor lo que reflejas?

Ahora en segundo plano tequila, colillas, cuellos sucios
Perborato de sodio y una página garabateada
Para los muertos, el teléfono desconectado?
Rompió todos los espejos de la habitación. Factura 50 dolares.




Felicidad

Montañas azules con nieve y fría agua azul tumultuosa,
Un cielo tormentoso lleno de estrellas encendiéndose
Y Venus y la luna menguante al amanecer
Gaviotas siguiendo una lancha contra el viento,
Los árboles con ramas enraizadas en el aire
Sentado al sol del mediodía junto a la furiosa
Sombra humeante de la chimenea de la cabaña
Las águilas volando a favor del viento,
Las golondrinas de mar impulsadas por las ráfagas,
Una marca nueva de tabaco a las once,
Y mi amor que regresa en el autobús de las cuatro
-Dios mío, ¿por qué nos has dado todo esto?



Malcolm Lowry
Poeta y novelista inglés nacido el 28 de julio de 1909 en Birkenhead aunque posteriormente adquiriría la nacionalidad canadiense. Progresivamente alcoholizado, transformó sus obsesiones en materia de una brillante obra literaria, influida por Melville y por Joyce.
Falleció el 26 de junio de 1957 en Sussex, Inglaterra


Fotografía: http://www.openroadmedia.com/contributor/malcolm-lowry/

  Silvio Rodríguez

2 de febrero de 2017




Qué esperas de mí


Qué esperas de mí
cuando sólo vi el árbol, no la puerta
nunca el sofá,
cuando sólo vi la dura piedra virgen,
no la ciudad.
Anda con quien pueda ver mejor
que yo veo frío en vez de amor.

Me gustaría saber del roce
de una hierbita con otra
de las patitas de la hormiga
sobre húmedos terrones,
suerte loca, y,
mi médula nació (creció) en un área
de centellas y ciclones
por eso mi corazón canta
con disparos y explosiones.

Qué esperas de mi
cuando sólo oí la voz del huracán,
no el ventilador,
cuando sólo oí carnívoros,
no dientes de roedor.
Anda con quien oiga más allá
que yo sólo escucho un retumbar.

Me gustaría...

Qué esperas de mi
si sólo soy un enorme torbellino
donde caer
si sólo soy una espada ensangrentada
por una fe.
Anda con quien sueña algo más gris
que mi sueño es justo y es feliz.



Silvio Rodríguez
Cuba – 1946

(Tema nunca grabado oficialmente)

Obra: Rapto de Alfredo Sosabravo  (Cuba – 1930)



  Marcelo Marcolin

27 de enero de 2017




Desde las otras aguas llegaron aquellas aguas


I

Desde los esteros de la distancia el viento trae aquellas imágenes:
son cuerpos dispuestos en la inocencia
viajando hacia los suburbios de la lluvia
en un tren de fuego.
Entonces como le explico a los años
a las horas de las otras horas
al olvido que nunca pudo ser olvido
a mis manos sin viernes ni cabellos.
Cómo serán los días en que no hubo días
al espacio que la ausencia sugiere
Cómo viajaran los astros y las ansias
en los periplos que las almas proponen
cómo esquivo interrogantes sin noviembres.
Serán las aguas enigmáticas de aquel mar de los Egeos
o podrán las sombras de Kleber olvidar los pasos
las indiscreciones oportunas
los cielos de otras tierras
el peregrino incesante que escribe frente a la tempestad?


II

Quién puede rescatar aquellos pasajeros
del vagón 21?
Quién soltó las amarras al barco de los sueños?
Quién no pudo atreverse a más?

Mañana,
seguramente
diremos
que todo fue ayer.


III

Sé que está la primavera dando vueltas
por los corredores del pensamiento
y alguien reconoce tus ojos entre la multitud
mientras convoco a las aguas atrevidas
a que fluyan por las geografías más exquisitas
convoco a los dioses del olvido
a que recuperen el aliento y la mirada
Dejo sobre este sueño
las ansias y el abrazo púrpura
que las pasiones arrojan en los secretos
que todavía descansan en el umbral adolescente
de tus ojos que aun estallan de tanta magia.




Marcelo Marcolin
De "Otros elefantes de regreso a la constelación de Orión"  - El ojo de la Ballena 2009



(1957-2011) Poeta y editor. Miembro de la Generación Subterránea.
Nació en Buenos Aires.



Pintura: Michael Cheval
Extraída de: https://www.taringa.net/post/arte/13288586/Megapost-surrealista-Michael-Cheval.html

  Susana Szwarc

19 de enero de 2017





Detrás del tiempo



Ahí no hay nada: ni lluvia ni moneda ni yo ¿ni alguien como yo?, que lo detenga: va y va.
Sabe, como las hojas copiosas de mi árbol (hojas que entran a los cuartos, a la mesa, y hacen volar las sombras mías con su viento). Cada estación la misma severa insistencia. Ese árbol me acaricia con el ímpetu colosal del hombre que estrecha cuerpos sin memoria.
Pero cuando ese hombre y yo ¿o alguien como yo?, nos miramos a través de la historia, y arden las voces sin descanso y no es tan fácil hallar del árbol su frescor y el desprecio de los ojos hace algún recuerdo y el camino se vuelve piedra y él me agradece la compañía, ¿la mía o la de alguien como yo? –pedacitos vagan, se fatigan bajo un cielo que salpica nuestras cabezas, “dan en hueso las almas”-, seguiremos sin saber dónde ponernos y, encima de todo, ¿dónde poner lo más perdido?





Susana Szwarc
Argentina – 1954



De: Bárbara dice: Ed. Alción – 2005


Foto extraída de: tatuajes.com - s/dato de autor.


  Melba Guariglia Zás

11 de enero de 2017




Casa invadida


I

Abrieron los umbrales con los dientes
las baldosas resistían botas certeras
en desigual batalla
temblaba el hogar
cuello apretado por dedos deformes
cimientos doloridos de pesados pasos
invernales
en tanto los libros apilados
clamaban páginas enteras
lo demás era estupor
rabia
asombro dividido entre miedo
y silencio


II

Con las uñas extendidas esperan
parapetados en los pretiles
hora tras hora aguardan signos de cansancio
confundiéndose con los espíritus
escudriñan alfombras en busca de pasos
besos detenidos en cartas
huellas de un amor universal
sin cerrojos.


III

Toda la casa estremeció ladrillos
cuando las ratas invadieron la tarde
en multitudinaria afrenta
pocos sabían de la siniestra ronda
los destrozos
el odio pertrechado en las cobijas
del puñetazo oculto tras la trampa.




Melba Guariglia Zás
Uruguay – 1943

De: La casa que me habita  -  Ed. de la Banda Oriental – 1986


Foto extraída: https://plus.google.com/108130343322404249276


  Roberto Juarroz

5 de enero de 2017




76


Es más difícil despertar del sueño de los ojos abiertos
que del sueño de los ojos cerrados,
despertar sin volver a cerrar los ojos
ante la amenaza o la nitidez excesiva del paisaje,
despertar sin volver a caer en otro sueño.

El mal está en los ojos, no en las cosas.
El hombre es una fúnebre mirada
que cae de sueño en sueño
porque no sabe cuándo debe
cerrar o abrir los ojos.

Por eso, equivocadamente,
los abre cuando nace
y los cierra cuando muere.




Roberto Juarroz
Argentino (1925 – 1995)



De: Fragmentos verticales - En: Poesía vertical I - Ed. Emecé – 2005


Obra: nu assis sur un divan (la belle romaine) (Detalle) de Amedeo Modigliani
Extraído de invertirenarte.es